jueves, 25 de marzo de 2010

UN PEQUEÑO RECUERDO PARA UN GRANDE

RICARDO NORIEGA. Al cumplirse 2 meses del fallecimiento del brillante matematico, su discipulo, Claudio Schifini, nos trae sus recuerdos y la semblanza que tiene de su maestro.

Conoci a Ricardo alla por el 74, cuando el era docente en Reales I y yo fui su alumno. A poco de empezar el cuatrimestre se produjo la intervencion de la Universidad y Ricardo tuvo un gesto de los que lo caracterizaban: nos ofrecio seguir con la materia para no perder el año pero, como la facultad estaba cerrada, tuvimos clases en bares, en cualquier parte, para terminar dando examenes en su casa.

Poco tiempo despues él se doctoro y yo le pedi la tesis transformandome en su primer seminarista. Puedo decir que en esa poca lo perseguia a Ricardo, es que uno va pasando por todas esas etapas donde se pregunta si realmente sirve para esto, y en Ricardo encontre a un tipo que no solo me dio temas e interrogantes matematicos, sino que tambien era una persona con quien se podia hablar de estas cosas, que podia llegar a ser duro por su sinceridad, pero con la ventaja que tiene que no te mientan por
no querer lastimarte.

Una vez que termine la licenciatura iniciamos una etapa de intenso trabajo. Nos encontrabamos en un bar muy cerca de su casa - el TREMAR de Azcuenaga y Santa Fe- y alli, cafe de por medio, pasabamos horas estudiando, trabajan- do. Nos sentabamos sistematicamente de la misma forma y en el mismo lugar ya que los mozas nos conocian y nos reservaban nuestra mesa, recuerdo una vez que uno de ellos le dijo a Ricardo "Como estudia Ud. le falta mucho para recibirse?". En uno de los papers que publicamos alla por el 87 incluimos en los agradecimientos a todos los nombres de los mozos del TREMAR.

Nuestra area de trabajo fue la fisico-matematica, que tiene un problema intrinseco: resulta poco matematica para los matematicos y demasiado matematica para los fisicos; por eso uno se siente muchas veces remando en contra de la corriente y la satisfaccion de alcanzar algun tipo de reconocimiento es muy grande, pero muchas veces estas cosas llegan tarde. Ricardo fue profesor asociado cuando merecia haber sido titular desde hace tiempo, cosa que ya no podra disfrutar, a penas pudo tener la satisfaccion por el reconocimiento llegado desde afuera. Poco antes de su fallecimiento recibimos del Journal Mathematical Review la invitacion para ser arbitros de articulos.

Creo que Ricardo sentia por entonces que no llegaria a prestar ninguna colaboracion, pero igualmente comenzo a hacer las averiguaciones pertinentes, tal vez gustando de lo ultimo que la matematica le daba.

http://www.fcen.uba.ar/prensa/micro/1992/ms73.htm